FIANCES

Sábado, 9 de agosto, siete de la mañana, suena el despertador...empiezan los nervios, no se que ponerme, anoche hacia rasca y ahora también, pero seguro que luego paso calor, aunque como voy con la camel me da miedo que me roce en los hombros si me pongo de tirantes....nervios!

En fin, que al final tirantes y un suetercillo fino porsi me roza y el impermeable que lleva Miguel en la mochila...San Miguel, si no estuviera él!!!

Al llegar a la salida ya están allí Nere, Ruben, Karmele y Pascual (al final vendrá en el autobús) y al poco Jungla y Org, que aún no los habíamos visto. En la salida, cafetillo, pastitas, un montaje impresionante, ya que también esperan a los que han hecho la prueba larga, la de ida y vuelta que haremos nosotros el año que viene...bueno, pues eso, la salida se retrasa un poco, casi media hora, pero entre fotos y charraetas, pues como que si nos quedamos un rato más, así va calentando el sol un poco. Juan Bazán da la bienvenida al numeroso grupo que viene del Sur...Nereida y sus palos que no sabe como ponerlos, y yo que me voy calmando un poco, esta vez ya sé a lo que voy, así que no estoy tan nerviosa como el año pasado.

Al final, dan la salida y a correr! Salgo bien, trotando que la subidita es de las que engañan, pista que te hace correr, pero que tira parriba hasta La Sarra, pero me la imaginaba peor. Miguel va adelante y atrás haciendo fotos, y al final ya se me acopla y viene conmigo. Voy cómoda, es diferente al año pasado, ahora ya sé lo que me espera, encima el paseillo de ayer me ha servido para recordar un poco más.

Llevo tres chicas picadas conmigo, me pasan, las paso, me pasan, al final las paso y cuando la subidita se pone buena, las dejo más atrás. El paisaje es de los que quita el hipo. Cómo me gusta esta zona!!

Llegamos a Respomuso, reponemos fuerzas y seguimos. A partir de ahí un poquillo más de subidita y empieza la bajada. La subida al Collado se hace durilla, y eso que ¡vamos haciendo eses, vaya tela...parece que no llegamos nunca pero llegamos, y allí están otra vez los franceses con sus ánimos, te pone la piel de gallina, es impresionante. Dos horas y media en el collado. El año pasado me costó dos horas y cuarto bajar y este año me ha costado dos horas y media subir. Sin comentarios.

Empieza la bajada, a partir de ahí no paramos de recoger gente, entre los que hacían la larga, y los que vamos adelantando de la nuestra, es un constante lo de adelantar a gente. Al principio bajo bien, con alegria que dice Miguel, luego ya empiezo a estar un poco hartita de tanta piedra y empiezo a quejarme, cuando me pongo muy pesada Miguel me abandona para hacer fotos, para no oirme, de ahí que hiciera casi 150 fotos...

Cuando ya estoy empezando a desesperarme llegamos al asfalto (3:40), al principio muy guay, por el cambio de pisada, pero se me hacen interminables los 10 kms que nos faltaban. Creía que no llegábamos nunca, sobretodo la zona del embalse, que es más llana... Pero al final empezmos a ver signos de civilización, casas, cultivos, parece que llegamos al pueblo...y si, un km para meta, un último esfuerzo y una cara conocida...Pascual que está en meta esperando, como se agradece ver una cara conocida. Al final 4:34, muy buen tiempo, cuarenta minutos menos que el año anterior y buenas sensaciones a pesar que el final se me atragantó un pelín.

En meta, ducha y a reponer fuerzas con la fabulosa comida francesa, mientras esperábamos que llegara el resto. Y van llegando, primero Karmele y Victoria que llegan cogidas de la mano, luego Org y más tarde Nere y Ruben. Ya estamos todos, charran, charran vamos dejando que pase el tiempo hasta que salga el autobús. Mientras, entre sorteos, risas y entrega de trofeos se nos pasa el día. Lo peor...el autobús, las casi tres horas de viaje se hacen insufribles, con lo que decidimos que el año que viene hacemos la de ida y vuelta...para ahorrarnos el bus.

Llegamos a Sallent y tras cargar con los bartulos hasta el coche, nos vamos a cenar que nos lo hemos ganado. Jungla y Org nos abandonan, pero el resto nos damos un merecido homenaje.

Al dia siguiente vuelta a Castellón y casi la reserva hecha ya en el hotel para el año que viene, que de una forma u otra, repetir seguro que repetimos.