Esta semana ha sido de las normalitas. El lunes descanso "obligado" después de la palicilla del sábado. El martes a la pisci, a agobiarme un poquillo, me salió todo mal, incluso me castigaron y todo, veinte minutos contra la barandilla metiendo y sacando la cabeza. Acabé un poco desmoralizada, creo que a estas edades, lo de la natación, ya lo podría dejar de lado, no hay forma.
El miércoles Nereida da señales de vida, de vuelta del trabajo por la Ronda nos cruzamos a mitad ronda, y pal Grao que nos vamos. Charra que te charra nos vamos poniendo al día. Vamos al trote, pero bien, la cuestión es hacer algún kilometrillo de más, que desde que me había abandonado, no había vuelto a llegar hasta el Grao... vaga que es una cuando va sola...
En fin, que tras varios intentos por su parte para que me largara y dejarla a su marcheta, la colega se me pica con una y es su mejor momento. Lo bueno: como ahora somos casi vecinas, vuelvo acompañada hasta casa.
Total 1:13.
El jueves, 4ª clase de piscina. Llego toda desmoralizada después de lo del martes, pero salgo más contenta. Parece que le empiezo a coger el truquillo, aún voy fatal con la cabeza, pero algo he avanzado. Al menos no salgo tan desmoralizada como el otro día, incluso he aprendido a dar la vuelta bajo el agua...
Mañana: Cabanes.
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